¿El papel está pasando su última página?
En un mundo ultraconectado el papel está perdiendo terreno. Menos cartas, menos periódicos, menos documentos impresos… El consumo disminuye y la transición digital se acelera.
En Francia, el consumo de papel y cartón se redujo un 15% en 2023⁽¹⁾. El uso de papel gráfico, en cambio, ha disminuido casi un 60% en veinte años⁽²⁾.
Pero, ¿debemos verlo como el fin de un medio histórico? ¿O el principio de una profunda transformación de laimpresión ? Exploremos juntos este decisivo punto de inflexión.
El paso a la tecnología totalmente digital es, sin duda, uno de los factores más significativos del declive de la impresión en papel. Desde la década de 2010, las empresas han adoptado soluciones de gestión electrónica de documentos (GED ) a gran escala en todos los departamentos. Esto ha tenido el efecto de reducir drásticamente la necesidad de impresión interna y externa.
Los medios digitales, que suelen ser menos costosos, instantáneos y mensurables, ofrecen un nivel de capacidad de respuesta que los medios impresos tienen dificultades para igualar para determinados usos. Tanto en el sector público como en el privado, este enfoque se ha generalizado, impulsado por políticas de eficacia y responsabilidad social.
Para los impresores, esta desmaterialización generalizada significa una erosión gradual de los volúmenes de impresión tradicionales: folletos corporativos, documentos administrativos, catálogos de productos. Todos ellos son segmentos que han experimentado un cambio masivo hacia lo digital.
A pesar de su evolución, la producción de papel sigue asociada a un importante impacto medioambiental: consumo de agua, deforestación (aunque muchos productores tengan la certificación FSC o PEFC), emisiones de CO₂, tratamiento químico de las fibras vírgenes, etc.
Ante estas realidades, los impresores operan en un entorno cada vez más exigente. Los clientes esperan planteamientos responsables: impresión etiquetada, tintas vegetales, papel reciclado o ecodiseñado. Al mismo tiempo, la normativa se endurece: reducción de residuos, huella de carbono, trazabilidad de las materias primas, etc. La industria gráfica no tiene más remedio que adaptarse.
La crisis de COVID-19 no hizo sino acelerar la tendencia. Teletrabajo generalizado, interrupción de las ferias, caída de los volúmenes de impresión… El volumen de páginas impresas se desplomó en unos meses.
Pero cuidado con los atajos. Pasarse a lo digital no significa impacto cero. Los servidores consumen energía. El almacenamiento en línea genera CO₂. Los terminales digitales tienen su propia huella, relacionada con los metales raros y su ciclo de vida.
Reducir el uso de papel, sí. Pero como parte de un enfoque global. Una comunicación verdaderamente responsable no significa simplemente prescindir de la impresión, sino replantearse el uso, la vida útil y la trazabilidad de los soportes. El papel reciclado, reutilizable y producido localmente sigue siendo una alternativa sólida, siempre que se utilice con prudencia.
En los últimos años, las imprentas han sufrido un golpe tras otro. COVID-19, guerra en Ucrania, explosión de los costes: el sector está bajo tensión.
La recuperación tras la pandemia ha puesto patas arriba las cadenas logísticas. El resultado: escasez, retrasos y precios disparados de las materias primas, incluido el papel.
Luego vino la guerra de Ucrania.La energía siguió una trayectoria vertiginosa. Entre 2019 y 2022, los precios de la electricidad subieron un 38% y los del gas se duplicaron⁽³⁾. Esto supone un duro golpe para las imprentas offset, que consumen mucha energía.
Otra subida récord: el precio de la pasta de papel. +82% entre septiembre de 2021 y febrero de 2022⁽⁴⁾.
En estas condiciones, es difícil mantener los márgenes. Los precios son volátiles, hay que renegociar constantemente los contratos. Y cada pedido de poco volumen se convierte en un quebradero de cabeza.
Ante la disminución del uso del papel, la industria gráfica no está condenada a desaparecer, sino todo lo contrario. Está experimentando una transformación estratégica, impulsada por los cambios en el uso, las expectativas de los clientes y las innovaciones tecnológicas. Para los profesionales del sector, esta transformación representa una oportunidad de reposicionarse y crear valor.
El auge de la impresión digital ha alterado profundamente la producción gráfica cadena de producción. Hoy permite realizar tiradas cortas, personalizadas y rápidas, manteniendo una calidad excelente. A diferencia de las técnicas tradicionales, no requiere planchas de impresión, lo que reduce los costes de puesta en marcha.
Esto permite a los impresores ofrecer campañas hiperdirigidas, con elementos visuales personalizados para cada cliente o punto de venta.
Además, la impresión bajo demanda reduce los ejemplares no vendidos y las existencias. Esto responde a las preocupaciones medioambientales y económicas de las empresas.
La adopción de prácticas ecorresponsables se está convirtiendo en una norma esperada por los clientes institucionales y privados. Esto implica :
Estas iniciativas no sólo mejoran la imagen de las imprentas, sino que también responden a criterios cada vez más habituales en las licitaciones públicas y privadas.
Para compensar el descenso de los volúmenes tradicionales de offset, las imprentas se están reposicionando como proveedores de servicios globales. Algunas están integrando servicios de diseño gráfico, consultoría de marketing, logística y gestión de datos para satisfacer demandas que van más allá de la impresión.
Otros están desarrollando su experiencia en envases personalizados, etiquetas inteligentes y señalización de puntos de venta, todos ellos mercados en rápido crecimiento.
Esta diversificación les permite diferenciarse, ampliar su cartera de clientes y estabilizar su negocio en un entorno cambiante.
Por tanto, la industria de la impresión no está en declive: se está reconfigurando en torno a nuevos usos, tecnologías ágiles y expectativas cambiantes de los clientes.
Ante los cambios estructurales del sector -disminución de los volúmenes de impresión, aumento de los costes de producción, presiones medioambientales-, los impresores no tienen más remedio que anticiparse e innovar. No se trata sólo de reaccionar, sino de replantearse su posicionamiento, su oferta y sus herramientas para mantener un negocio rentable y diferenciador. Los profesionales disponen hoy de varias palancas de actuación.
Automatizar los flujos de trabajo de producción, integrar solucionesMIS/ERPespecíficas para artes gráficas y utilizar prensas digitales inteligentes son ventajas importantes.
Los impresores pueden reducir los costes asociados a errores, repeticiones y tiempos de puesta en marcha, al tiempo que mejoran la trazabilidad y la transparencia para sus clientes.
Las soluciones en la nube también facilitan la colaboración a distancia, la gestión de pedidos multicanal y la integración con web-to-printimpresión.
La diversificación es ahora una palanca estratégica. En lugar de luchar con el volumen frente a la tecnología digital, los impresores pueden centrarse en nichos de mercado que no sean susceptibles de desmaterialización.
He aquí algunos ejemplos:
En un entorno competitivo, el servicio se está convirtiendo en un factor clave de diferenciación. Esto significa ir mucho más allá de la ejecución técnica para ofrecer :
La digitalización no sustituye al elemento humano, sino que lo complementa. El papel del asesor de impresión es cada vez más importante, sobre todo para las autoridades locales, las agencias de comunicación y las grandes cuentas que buscan socios fiables, flexibles y comprometidos.
El descenso gradual del uso del papel en la industria gráfica no debe interpretarse como una señal de que el sector se está extinguiendo, sino más bien como el síntoma de un profundo cambio estructural. No se trata de la desaparición del soporte impreso, sino de un reequilibrio de sus usos ante los cambios tecnológicos, medioambientales y sociales.
Para los profesionales del sector, esta transición representa una oportunidad estratégica para reinventarse en torno a soluciones de mayor valor añadido, servicios personalizados y tecnologías innovadoras. La impresión digital, los medios interactivos, el envasado inteligente y las tintas ecológicas ya no son opciones marginales, sino áreas de desarrollo por derecho propio.
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⁽¹⁾ Fuente : copacel.fr
⁽²⁾ Fuente : ecommercemag.fr
⁽³⁾ Fuente: insee.fr
⁽⁴⁾ Fuente : ufipa.fr
Pascal MALINGUE
Director General de Cadratin Software y Cogilog